Chihuahua, Chih.- Texas se ha convertido en el ejemplo de las políticas que Donald Trump busca implementar a nivel nacional: envío de soldados a la frontera, deportaciones masivas, construcción de centros de detención y el reforzamiento del muro fronterizo.
El gobernador Greg Abbott, aliado de Trump, ha destinado 4,500 millones de dólares desde 2021 en medidas de seguridad fronteriza. Paralelamente, las organizaciones pro migrantes enfrentan acoso legal por parte del fiscal general del estado, dificultando la recepción de donaciones y el apoyo a estas comunidades.
Texas, el estado con la mayor frontera con México, también alberga a 7.9 millones de mexicanos, parte de los 38.5 millones que residen en Estados Unidos. Sorprendentemente, una gran cantidad de ellos votaron por Trump, quien obtuvo una contundente victoria en el estado durante las elecciones pasadas.
La política migratoria texana refuerza su importancia estratégica y expone las tensiones entre la seguridad, los derechos humanos y la identidad de una comunidad diversa.