Chihuahua está atravesando por una situación de emergencia por la falta de lluvias, el estado ha sido declarado por la misma gobernadora, María Eugenia Campos Galván, como estado de emergencia, noticia que acompaño con una serie de datos que son detallados en el último informe del monitor de sequía en México del 31 de marzo de 2025, donde se detalló que para este año se espera que llueva un 40 por ciento menos de las precipitaciones que se registraron en el 2024.
Es verdaderamente preocupante esta situación, ya desde el 2020 se tenía este problema, para los siguientes años la situación se complicó aún más, afectando a productores y familias de jornaleros, quienes, por la falta de trabajo por la sequía, se ven en la necesidad de migrar en busca de otras fuentes de trabajo para poder llevar un plato de comida a sus hogares.
Y como en toda situación de esta índole, los reclamos y manifestaciones no se hacen esperar, y es muy válido alzar la voz ante la poca atención que las autoridades, sobre todo del ámbito federal, le han dado al problema del campo, no solo de Chihuahua, si no de buena parte del país en donde se presenta este fenómeno natural, sobre todo en los estados del norte.
Ya en el sexenio pasado todos fuimos testigos de la actitud del expresidente López Obrador, que se negaba a reconocer que el campo atravesaba por una situación crítica, por una sequía de grandes dimensiones que afectaba a miles de productores y con ello se formaba un problema con efecto dominó en toda la región norte.
En su momento, el exmandatario acusaba de “politiqueros” a los agricultores y de querer desestabilizar a su gobierno. Esta actitud provocó que campesinos tomaran casetas, vías férreas e instalaran un plantón permanente en la presa La Boquilla, municipio de San Francisco de Conchos, para defender el agua del estado de Chihuahua.
Este conflicto de octubre de 2020, donde el Gobierno Federal, quiso abrir las compuertas de la presa, dejó como saldo daños materiales y el asesinato de una mujer, a manos de la Guardia Nacional.
Por las recientes declaraciones del presidente Donald Trump se vislumbra que el conflicto se reavive. El mandatario de Estados Unidos acusó a México de violar el Tratado de Aguas de 1944 y aseguró que esa actuación “injusta” y que perjudica a los agricultores de Texas se va a acabar ya.
Aprovechando el conflicto comercial que actualmente tiene a todo el planeta en expectativa, Trump amenaza con sanciones y aranceles a nuestro país por disputa por el agua, todo esto se da en medio de la sequía histórica que azota al territorio nacional.
Quienes están avivando esta guerra por el agua son los Legisladores de Texas, quienes piden que en las negociaciones por aranceles se presione a México por el tratado de aguas pactado hace 80 años. El actual ciclo quinquenal vence en octubre, pero México ha enviado menos del 30 por ciento del agua requerida, según datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), quien funge como órgano mediador entre ambos países.
Aunque la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya se manifestó al respecto y busca un acuerdo que beneficie a ambas naciones, la realidad es que las implicaciones por el conflicto del agua sí va afectar a los productores de Chihuahua.
Lo que paso en el 2020 y el Gobierno Federal no supo manejar correctamente y termino en una lucha campal en la presa La Boquilla es lo que los agricultores del estado grande no quieren que pase nuevamente, pero, además, en ¿Qué posición lo dejará? pues ya con la poca agua que se tiene almacenada no se podrá producir al 100 por ciento, solo un 40 por ciento del campo tendrá agua.
Las consecuencias las terminará pagando el pueblo, el no producir aumentará los precios de los productos básicos, el golpe a los bolsillos de las familias será catastrófico, y los programas del bienestar no serán suficientes para mitigar el golpe que amenaza, el presidente norteamericano, de dar a México.
El pueblo de México debe estar atento a lo que ocurra en próximos días, entendamos que la lucha de los campesinos, como la lucha de todos los sectores de México, es una lucha de todos, dejemos la indiferencia y el individualismo, pues si un sector, llámese educativo, del sector salud, del campo, transportistas, comerciantes, artesanos, nos afecta a todos. Hoy el campo necesita el apoyo nacional y nosotros, los antorchistas, desde nuestra trinchera, también daremos todo nuestro apoyo al campo mexicano y su lucha por el agua.
