India, que en los últimos años se posicionó como una de las economías con mayor crecimiento, enfrenta ahora una desaceleración que revela sus vulnerabilidades. El crecimiento económico anual se redujo al 5.4% en el verano de 2024, comparado con el 8.2% del año fiscal anterior.
El mercado de valores ha perdido ganancias recientes, la rupia se deprecia frente al dólar y la demanda interna sigue siendo débil. Expertos como Rathin Roy señalan que, tras la pandemia, la recuperación económica del país ha sido lenta y limitada, mientras que el exasesor Arvind Subramanian advierte que la falta de creación de empleos e ingresos bajos afectan directamente el consumo.
El gobierno de Narendra Modi enfrenta críticas por su enfoque en proyectos de infraestructura, mientras la mayoría de la población sigue sin beneficiarse de manera significativa. Aunque se espera que el presupuesto de 2025 contemple medidas para impulsar el consumo, economistas afirman que los problemas estructurales del país requieren soluciones a largo plazo.
