Chihuahua, Chih.- Una vez más, el Hospital General “Salvador Zubirán Anchondo” enfrenta una situación crítica que vulnera la atención médica y los derechos fundamentales de pacientes y personal.
Nuevamente dejaron de funcionar los elevadores, dejando a personas atrapadas en su interior y obligando al personal a suspender el traslado de alimentos y a detener estudios médicos esenciales.
De acuerdo con el testimonio de trabajadores, el único elevador en funcionamiento colapsó con gente adentro, mientras otros ya estaban fuera de servicio desde hace días.

La comida destinada a los pacientes tuvo que ser devuelta, ya que se prohibió subirla por las escaleras por riesgo de contaminación y caídas.
Como consecuencia, se suspendió el desayuno, dejando a decenas de enfermos sin alimento.
La situación es especialmente grave para los pacientes con movilidad reducida.

En el sótano se encuentran al menos dos personas que requieren diálisis y utilizan andador, pero no pueden subir a sus estudios debido a la falta de elevadores.
Los familiares, angustiados y molestos, denuncian que la atención médica se vuelve inhumana y que el abandono institucional es evidente.
La denuncia ha sido dirigida directamente a la gobernadora María Eugenia Campos Galván, exigiendo su intervención urgente ante el colapso del sistema hospitalario.

La carta enviada por ciudadanos advierte que el hospital se encuentra sin insumos médicos, sin condiciones básicas, sin alimentos, y con instalaciones deplorables.
La exigencia es clara: dotación inmediata de insumos, reparación urgente de los elevadores y suministro adecuado de comida para los pacientes.
La salud no puede seguir esperando.
