–Entra Realivázquez con todo el punch a la SSPE–El ahijado Rafa Loera sigue despuntando–Aldama bajo fuego de Los Mayos y La Línea–Vocero del TSJE nomás sirve para hacer escándalos

Redacción por: “El Escribiente”…

Fue sin duda alguna el nombramiento de Ricardo Realivázquez Domínguez como subsecretario de Despliegue Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, el hecho que marcó políticamente la semana pasada; más que eso, es el hecho que apunta a marcar a la entidad en los próximos meses.


El ExDirector Operativo de la Policía Municipal de Juárez y ExCoordinador de la Policía Estatal en la misma dinámica frontera chihuahuense, trae más experiencia, compromiso y trayectoria policial que su antecesor, Simeón Esparza, un panista sin más mérito que ser cercano al secretario de Seguridad, Gilberto Loya Chávez, capitán del barco que hoy tiene la encomienda de mantener a flote Realivázquez.


Aunque no es gente de Loya, el nuevo subsecretario viene de la coordinación operativa de los Ceresos de todo el estado, así que sabe muy bien cuáles son las dolencias del sistema penitenciario, directamente ligado a la operación del crimen en el exterior.


Como policía de carrera, con licenciatura, maestría y hasta un doctorado en curso, también conoce cuáles son las necesidades de la tropa para un eficiente desempeño, del que ha adolecido por la falta de cuadros directivos con la suficiente preparación para sacar el plus de los agentes de seguridad estatales.


La forma en que llega Realivázquez, seguramente por algún acuerdo político de altos vuelos, permite avisorar que llega con todo el punch del poder estatal, necesitado de dar un buenos resultados en esta materia tan delicada de la seguridad, al menos para que la delincuencia no se enseñoree en el estado como lo hace en gran parte del país.


Sumados los factores políticos a los resultados en materia de prevención y contención de la delincuencia que ha dado Realivázquez Domínguez en toda su carrera, genera confianza el nuevo subsecretario.


Seguramente habrá de aportarle bastante a este ramo de la administración pública, que no ha dado los mejores resultados, al menos no los esperados, algo que no es nuevo, que ya tiene décadas sin poder cumplir el gobierno con eficiencia.

Con el alcalde Marco Bonilla posicionándose como la cabeza del proyecto estatal del PAN, en estos días causó revuelo entre los panistas el recuerdo que el mismo presidente municipal posteó en Facebook, donde aparecía como padrino de bodas del secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Rafael Loera.


Y es que Bonilla Mendoza apadrinó junto con su esposa Karina Olivas al joven Loera y su esposa Anya Trevizo Díaz, allá en el algo lejano año de 2017.


En aquel entonces, Bonilla y Loera eran funcionarios de primero y segundo nivel en el equipo de la alcaldesa María Eugenia Campos, quien también asistió al convite matrimonial, según los registros fotográgicos traídos a la memoria en estos días.
Ahora, Maru es gobernadora, Rafa es de los secretarios más destacados de su gabinete estatal y Marco el alcalde de la capital, principal tirador para suceder a la mandataria; en tanto, Loera está considerado también como el principal tirador para sentarse en el lugar de Bonilla.


Todo eso reavivó el recuerdo de aquel matrimonio donde Maru como alcaldesa fue la encargada de atestiguar el enlace, y por el momento político actual a los panistas les quedó muy clara la jugada de que al parecer hay combo azul para pelear la gran batalla electoral de 2027.


Por cierto, el alcalde Marco Bonilla estuvo el fin de semana en la ciudad de Delicias, donde gobierna el panista Jesús Valenciano, uno de los que andaba también encarrerado para el 2027, pero al parecer ya bajó bandera y se alineó con el grupo del presidente municipal de Chihuahua.


Nos dicen que el acuerdo con Valenciano salió barato, dado que el priismo y el panismo que lo apoyaba tenía tiempo convenciéndolo de que, ante Bonilla Mendoza, sus posibilidades eran prácticamente cero para hacerse con la candidatura del PAN a la gubernatura.


Muy seguramente veremos al delinciense en alguna boleta, como candidato a diputado estatal o federal, pero con esa resistencia vencida, es casi seguro que Bonilla encabeza el proyecto político estatal opositor a Morena.


Ahora es la región desde Aldama hasta Ojinaga, el lado noreste del estado, el que amenaza con pintarse de rojo nuevamente, debido a la incursión del grupo de Los Cabrera, alineado con Los Mayos del Cártel de Sinaloa, que insisten en meterse a las plazas donde La Línea tiene sus dominios.


A ese intento de Los Mayos de hacerse de ese corredor, con ingresos desde las brechas de Jiménez y de Ojinaga de una de sus células, obedecen los brotes de violencia de estos días: la persecución de cuatro presuntos criminales detenidos por la Agencia Estatal de Investigación y la aparición del ejecutado en el letrero de identidad de Aldama, al que le dejaron un narcomensaje.


Los grupos del Cártel de Sinaloa pretenden capitalizar una fractura de La Línea, que comenzó desde que Sergio Pizarro, alias “El Menchaca”, violento líder del Cártel de Juárez en Ojinaga, se entregó a los Estados Unidos en un arranque de locura, lo que motivó una pelea en su grupo para quedarse con su posición de jefe.


Uno de los aspirantes a quedarse en su lugar, Roberto H., al ver frustrados sus planes porque entró el relevo “El Menchaquita”, se volteó a favor de los rivales, abriéndoles la puerta de Aldama y las localidades en ese corredor, para vengarse de sus antiguos aliados. Por eso, el cadáver dejado en el letrero de Aldama tenía un mensaje en contra de este sujeto.
Así es que se encuentra Aldama y varios poblados de la región hasta Ojinaga a los dos fuegos, el de La Línea y el de Los Mayos.


Un tsunami se le vino al coordinador de Comunicación del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Chihuahua, Luis Rubén Maldonado Alvídrez, por publicar en su medio Plan de Vuelo una serie de fotografías de una candidata a ministra… y como dijo Juan Gabriel: “¿pero qué necesidad?”


Y es que no le midió el alcance del golpe, pues eso de acomodarle el logo de la campaña que realiza la aspirante a ministra del Poder Judicial, Olivia Aguirre Bonilla, sexualizando la campaña es, de verdad, de primaria, como si no tuviera experiencia alguna en materia de comunicación e imagen, cuando presume ser un gurú de la comunicación política.


Quienes sí saben del tema aseguran que no fue por desconocimiento, sino que fue abiertamente por machismo, de ese tipo que la vieja escuela aún quiere que permanezca, contra todo cambio que trae la 4T y la marea verde en todo el país.


Mientras tanto, aún continúa abierto el proceso y está en veremos si habrá disculpa pública por parte del coordinador de comunicación del STJE, además de una indemnización del mismo. La novela aún no termina.


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