Por El Escribiente…
El director de Licencias en la ciudad de Chihuahua, José Durán Alvarado, así como sus amiguitas Vianney y Mayré, se han vuelto en unos cuantos meses los campeones de las quejas en la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), por acosar, hostigar y hasta transear a todo el personal a su cargo.
Nos llega el reclamo de que el tal “ingeniero” Durán, impuesto hace poco por órdenes del secretario Gilberto Loya (al menos eso presume), se ha distinguido por gritonear a los empleados, cambiarlos de área sin justificación alguna, obligarlos a postear propaganda política en sus redes sociales y cobrarles cuotas para una supuesta campaña electoral en puerta, obviamente sin dar cuentas de los recursos que recaba.
Algunos suponen que eso fue parte de la destartalada estrategia que algunos amigos de Loya trataron de armar para posicionarlo como candidato, pero lejos de darle resultados y generarle simpatías, le resultó lo contrario por gente como Durán, que gusta de caer en excesos que rebasan el límite de lo tolerable en materia laboral.
Por si fuera poco, su asistente Vianney le sigue los moditos al “Director Durán”, como hace que lo nombren a la fuerza; también ella trae quejas por acoso, entre que les truena los dedos a sus compañeros y les da órdenes supuestamente de parte de sus jefes.
La mujer, dicen, tiene algo más que la mera relación de trabajo con Durán; además de llevarle la agenda, es su amiguita muy personal, aseguran los trabajadores de Licencias.
Eso explica que traiga unidad oficial para uso personal, como llevar y traer a sus hijos de la escuela, ir de compras, salir a desayunar constantemente y, desde luego, llevarse el vehículo a su casa, como si fuera estrictamente necesario.
Pero Durán no solo se vale de Vianney para imponer el terror en la oficina. Como no tiene idea de lo que es trabajo del área que le fue encargada, tiene como coordinadora a otra amiguita -muy cercana a Vianney, incluso se habla de alguna relación familiar- llamada Mayre, quien no hace otra cosa más que seguir el ejemplo de su jefe en los malos tratos a los compañeros.
Además de humillar al personal, Mayre también hace más trabajo político que otra cosa, abonándole al acoso laboral, psicológico y político que nos denuncian del área, cada vez más destacada por su ineficiencia.
¿En serio alguien cree que con personal así es factible hacer un buen equipo de campaña capaz de proyectar candidatos favorablemente hacia la sociedad? Vamos, si hacia adentro no proyectan más que podredumbre y miserias humanas, qué van a proyectar al exterior.
El informe de la gobernadora Maru Campos, a la mitad del camino de su gestión, estuvo repleto de mensajes políticos relevantes, en una clara estrategia de reforzar los controles de su gobierno y superar las diferencias político-electorales que marcaron de inicio su relación con la llamada 4T.
Una mandataria cómoda con el cargo, tanto que hasta incluso se sentó a momentos mientras hacía el recuento de su administración, fue la que apareció el sábado en el Centro de Convenciones, con un acto que habrá de realizar también en Juárez este lunes y en Parral el miércoles.
Más allá del obligado recuento de inversiones en seguridad, salud, educación, agua, carreteras y demás renglones críticos de la administración, fue claro que la mandataria puso por encima la coordinación en materia de seguridad, al destacar y agradecer su apoyo, lejos de cualquier color político e ideología, de los mandos del Ejército y Fuerza Áerea en el estado y la región norte del país.
Además, Campos Galván fue evidente que se presentó como gran articuladora de las fuerzas políticas locales y nacionales, al recibir a panistas y priistas en su informe, pero también a petistas, verdes, algunos pocos morenistas y representantes de diversos sectores y poderes públicos, más allá de su color.
Agradeció incluso la pobre presencia federal en su informe: Pedro Matar Orraca, director de Coordinación Política de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Francisco Garduño, turbio jefe del Instituto Nacional de Migración; y César Yáñez, subsecretario de Gobernación, con la representación de la secretaria Rosa Icela Rodríguez y de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ahí entre todos también estuvieron la derrotada candidata presidencial del PRIAN, Xóchitl Gálvez; los líderes panistas Jorge Romero Herrera y Ricardo Anaya, uno del albiazul y otro de los senadores.
Así, entre muchos más del PRI, PAN, Morena y demás partidos, Campos Galván cumplió en su proceso de adaptación al nuevo momento político.
Precisamente hablando del informe, es el alcalde Marco Bonilla Mendoza el gran ganón del acto público que, si bien encabezó la gobernadora Maru Campos, su amiga, él capitalizó el aplausómetro en el Centro de Convenciones.
En un comentario de broma, como supuestamente molesta, hasta la mandataria dijo que esas porras que aplaudían a Bonilla Mendoza, también tenían que ser para ella, “para los que estamos acá arriba”, dijo Campos Galván.
Obviamente arrancó las risas de quienes la escucharon, en su mayoría panistas, quienes desde luego respondieron con el grito: ¡gobernadora, gobernadora, gobernadora!, en su apoyo, pues está claro que, pese a versiones de división, el marucampismo es el bonillismo.
El aplausómetro es significativo porque en el acto político estaban representantes de todos los partidos, con clara dominancia del PAN y el PRI, pero no solo había político, sino representantes del sector privado, líderes de asociaciones civiles, eclesiásticos y personajes de la sociedad entera.
Entonces, los aplausos a Bonilla de parte del respetable no solo eran flores para el presidente municipal de Chihuahua, sino también cubetazos de agua helada para otros que sueñan con alcanzarlo en su carrera, como el secretario de Seguridad, Gilberto Loya o el marginado alcalde de Delicias, Jesús Valenciano; a esos dos, a lo mucho, les alcanza para una regiduría, mientras el capitalino ya pinta para gobernador.
Eso quedó demostrado ante los miles de asistentes al informe de Maru, donde también quedó claro que se mantiene la alianza de la mandataria con el presidente municipal de la capital.
