Por: El Escribiente…
Unos mil años de cárcel se reunieron a comer el viernes de la semana pasada en el caro y desabrido Dos Aguas del Distrito 1. En la mesa del botanero fueron vistos y fotografiados con gran orgullo por varios chayoteros los duartistas de cepa, que hoy celebran la exoneración de facto de su jefe el exgobernador César Duarte, quien sin vergüenza alguna se pasea por todos lados, haciéndole cosquillas a quienes quisieran verlo preso.
Las imágenes que circularon todo el fin de semana reflejan la alegre convivencia entre Duarte Jáquez, el exalcalde de la capital Javier Garfio, el empresario compadre del expanista y hoy morenista Javier Corral, Eduardo Almeida, César Dajlala, Víctor Juárez, Alejandro Parra y el exauditor del Estado en pleno duartismo, Jesús Manuel Esparza Flores, a quien los parralenses conocen más como “El Coyote”.
Para algunos, el reagrupamiento del duartismo es clara señal de la protección de la que gozan ahora por un sistema de justicia que dejó de estar en manos del prófugo con fuero, Corral Jurado, cuyo quinquenio se distinguió por dejar caer a Chihuahua a los últimos lugares en materia de finanzas, obra pública y seguridad, por estar obsesionado con llevar a Duarte a la cárcel.
Para otros, esta imagen que vemos del duartismo sonriente y emocionado por el nuevo momento que ahora vive, es consecuencia de ese paso corralista ineficiente hasta para lo mínimo.
Para otros más, la foto no es más que una reunión de posibles morenistas en el futuro, debido a que el partido de la 4T es reconocido por recoger el cascajo, la basura, los desechos del PRI y el PAN y demás parásitos de la partidocracia mexicana.
Como sea, esa foto que circuló profusamente en redes sociales es el retrato de una realidad lamentable para Chihuahua, de crímenes sin castigo y de gobernadores, como Duarte y Corral, que jugaron con el fuego de la corrupción, se quemaron y siguen tan campantes, desvergonzados.
Duarte ahora reaparece como líder de su secta de ladronzuelos y Corral descansa, como le gusta, en su escaño de senador plurinominal, lo único que sabe hacer aparte de hablar mordiéndose la lengua hasta sacarse sangre de tanta mentira que dice.
Pobre el estado de Chihuahua, que padeció 11 años consecutivos de latrocinio, corrupción e ineficiencia, cada periodo con su respectiva dosis de todo, tanta que hasta la fecha seguimos pagando las consecuencias de una hacienda pública endeudada, quebrada y con casi nulo margen de maniobra para poner en marcha políticas públicas eficaces para el desarrollo.
- Quienes integran la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) realizaron su sesión ordinaria en Querétaro este fin de semana, donde la gobernadora de Aguascalientes, Tere Jiménez, entregó la estafeta a su homóloga de Chihuahua, Maru Campos, quien asume la coordinación del grupo con el respaldo de sus compañeros.
Los integrantes de la GOAN expresaron su reconocimiento a la labor realizada por Tere Jiménez durante el periodo que estuvo al frente de la asociación, además de que dieron la bienvenida a la chihuahuense, a la que le toca encabezar los esfuerzos de una disminuida oposición nacional a la 4T.
Los mandatarios del albiazul reafirmaron su compromiso de trabajar en equipo para impulsar el crecimiento económico, el desarrollo social y el bienestar de la gente en sus respectivos estados.- Coincidieron en que, desde la oposición, ejercer buenos gobiernos implica redoblar esfuerzos, trabajar y actuar con responsabilidad democrática.Reconocieron también los desafíos que enfrentan, especialmente en temas como energía, agua y desarrollo económico ante el entorno no solo nacional, incluso global.
En lo político, la amplia mayoría de la 4T, que funciona como aplanadora en el Legislativo Federal, gran parte de los estados y próximamente en el Poder Judicial, es enorme el desafio que tienen enfrente los gobernadores que ahora encabeza Campos Galván.
Ser oposición seria, responsable, constructiva y colaborativa con las buenas iniciativas federales, es el complicado camino por el debe transitar la chihuahuense, como única vía para recuperar de a poco la confianza de los ciudadanos, que ya le dieron la espalda al PRI y al PAN desde 2018, cada vez en mayor medida, cada vez en una mayor cantidad de estados y ciudades.
Así, no es una tarea sencilla la de liderar estos esfuerzos de los mandatarios opositores reducidos a unos cuantos rincones del país, siendo Chihuahua un puntal norteño no perdido ni rendido ante el poderío morenista existente a nivel federal.
El lamentable suceso ocurrido el sábado en la Fiscalía Zona Occidente, con sede en Cuauhtémoc, debe abrirle los ojos a la titular, Silvia González, así como al director de la Agencia Estatal de Investigación, Arturo Zuany Portillo, de las condiciones que prevalecen dentro de la Policía Ministerial.
En un caso más de homicidio-suicidio entre agentes con una relación personal sentimental, uno disparó a otra para luego darse un balazo en la cabeza, lo que puso fin a una discusión de temas privados que rebasaron los muros de la Fiscalía.
La tragedia que hoy viven las familias de ambos empleados de la Policía Ministerial no es un hecho aislado; el estrés, la inestabilidad emocional, los desequilibrios psicológicos son temas recurrentes en la corporación estatal, sin que nadie de los mandos mueva un dedo para diagnósticar de forma profunda el problema y plantear soluciones inmediatas y a largo plazo.
Los agentes de la corporación en Cuauhtémoc nos informan que el hecho es el más grave de los que han conocido, pero hay desde discusiones que escalan casi hasta los golpes, desconfianzas entre los agentes de diversas unidades y hasta amenazas que se lanzan al calor de disputas personales, que se vuelven más peligrosas porque todo el tiempo andan armados los elementos.
Es necesario el examen psicológico general en las corporaciones de seguridad, porque la integridad y la tranquilidad de la sociedad está en sus manos.
