La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) reportó el operativo más grande en meses contra el tráfico de fentanilo en Nuevo México, con resultados que marcan un golpe significativo al crimen organizado. La intervención dejó un saldo de 396 kilogramos de pastillas de fentanilo, 11.5 kilogramos de fentanilo en polvo, además de otras drogas como 1.5 kilos de cocaína, 3.5 de heroína y 3.2 de metanfetamina.
Durante el operativo también se incautaron 49 armas de fuego, así como una suma aproximada de 610,000 dólares en efectivo, lo que refuerza la magnitud de la red desmantelada. Además, la DEA confiscó dos vehículos de lujo, una Ford Raptor y una GMC Denali, con un valor conjunto estimado en 140,000 dólares. Sobre el presunto líder del cártel que operaba en este territorio, se identificó a Alberto Salazar Amaya, quien vivía en Salem, Oregón: “Él es el líder y vivía en Salem, Oregón […] Con él, se llevaron millones de dólares, efectivo y autos, pero la droga estaba en Albuquerque, Phoenix y Utah”, se informó en una transmisión en vivo de la cadena Fox News.
En el operativo también fueron detenidos varios integrantes del Cártel de Sinaloa, incluyendo a seis personas que se encontraban ilegalmente en territorio estadounidense. Las investigaciones siguen su curso para determinar el alcance de esta organización y sus posibles conexiones con otras células criminales en la región fronteriza.
