Aunque la pandemia paro toda actividad cultural, no apagó el amor de cientos de artistas del país que, aunque a puertas cerradas, seguían preparándose todos los días, para llegada la hora, regresar a los escenarios y dar lo mejor de ellos.
Y es que desde el lanzamiento de la convocatoria de la edición número XXI de la Espartaqueada Cultural Nacional 2025 que organiza la Comisión Cultural del Movimiento Antorchista Nacional, miles de jóvenes, maestros, obreros, amas de casa, jornaleros, albañiles y trabajadores del volante, se pusieron a trabajar para, primero, lograr su pase al evento, teniendo que competir en sus estados y en segundo lugar, recaudar los fondos económicos necesarios para la compra de su vestuario, zapatos, tocados, sombreros y para poder costear el traslado, toda vez que al pedir apoyo a los diferentes gobiernos, la respuesta sigue siendo la misma: no hay dinero.
La Espartaqueada es un evento no gubernamental, es decir, no recibe ningún patrocinio del gobierno, su realización es posible gracias al trabajo de todos los que integran la Comisión Cultural, en su mayoría hijos de obreros y campesinos, quienes dedican gran parte de su tiempo en la preparación de esta gran justa cultural.
Y qué decir de los más de 20 mil artistas que se darán cita en el emblemático municipio de Tecomatlán, en el estado de Puebla del 5 al 13 de abril, donde buscarán tener un lugar en la tabla de ganadores. Es un verdadero espectáculo el poder disfrutar de cantantes, declamadores, bailarines, danzantes, oradores que viajan miles de kilómetros para dar lo mejor de ellos. Estos artistas de origen popular ya son unos verdaderos ganadores, pues la falta de apoyo a la cultura por parte del gobierno no los detiene, además, porque sacrifican algunos días de trabajo o de ir a la escuela para poder llevar su arte al pueblo, y todo esto de manera gratuita.
La labor que realizan nuestros artistas es admirable, desde vender comida, hacer actividades como rifas o salir a los semáforos a bailar para pedir el apoyo de los automovilistas, son solo algunas de las actividades económicas que realizan con todas sus energías, demostrando el cariño que le tienen a su actividad cultural.
Las Espartaqueadas, cultural y deportiva, se han consolidado como verdaderos eventos del pueblo y para el pueblo, el desfile de artistas y deportistas dan muestra del trabajo de cincuenta años de la organización de los pobres de México. Gracias a estos eventos, miles de mexicanos han conocido el trabajo de Antorcha, y aunque no son antorchistas, reconocen el trabajo que se hace.
Así, por ejemplo, durante una entrevista radiofónica efectuada en Puebla, el comediante y cantante, Franco Escamilla afirmó lo siguiente: “En Tecomatlán, que no es una ciudad muy famosa de este estado poblano, yo la conocí por una competencia, que no sé si todavía hagan, que se llama Espartaqueada, que era como una olimpiada, pero de Esparta, te estoy hablando que cuando yo fui fue por ahí del 95 o 96. La Espartaqueada es muy bonito (sic), porque es una competencia cultural; de toda la República mandaban cantantes, bailarines, pintores, músicos en general. Hacían representaciones teatrales, corales.
Recuerdo haberme hospedado en una secundaria: te mandaban a dormir a los salones de las escuelas; pero fueron los mejores dos días de esa época para mí, porque fue un ambiente 100 por ciento cultural; porque en la escuela en la que yo estaba, salías a dar el rol así, en el patio; y había gente ensayando porque están concursando en esos días y veías bailables, obras de teatro breves, cuartetos de cámara tocando, culturalmente no había más”.
La Espartaqueada regresa en uno de los momentos más críticos que vive el país, es aire puro en la contaminada atmósfera de violencia e inseguridad que envuelve a México. Regresa más viva que nunca, demostrando que nada ni nadie apaga la llama de la cultura, el deporte y el progreso en general que impulsa el Movimiento Antorchista a lo largo y ancho del país.
Hoy más que nuca la cultura debe promoverse entre toda la población mexicana, debemos luchar por más y mejores espacios culturales donde todos puedan desarrollar sus habilidades. La espartaqueada será nuestro escenario desde donde gritemos que los mexicanos ya estamos hartos de la política que no resuelve, que sigue mintiendo, que es urgente un cambio social y que la cultura es parte fundamental en nuestra lucha.
