Chihuahua.- Una ciudadana denunció públicamente haber sido víctima de presunto fraude por parte de un negocio identificado como ANM MOTORS. SA. DE C.V, dedicado a la supuesta venta de vehículos en un local ubicado en Plaza Victoria.
De acuerdo con su testimonio, el acercamiento inició a finales de febrero, cuando recibió un mensaje tras interactuar en una publicación de Facebook. Tras regresar de vacaciones, acudió a la supuesta agencia, donde le ofrecieron la adquisición de un vehículo bajo condiciones “muy accesibles”: poco enganche, entrega rápida y sin revisión de Buró de Crédito, asegurando que las unidades contaban con GPS y procesos “inmediatos”.
En el sitio, según relató, le solicitaron un pago inicial de 12,500 pesos para apartar una camioneta, además de firmar un contrato.
Le prometieron que la entrega se realizaría entre 15 y 20 días. Sin embargo, al cumplirse el plazo, comenzaron las excusas: que el proceso seguía “en validación”, que debía hacer un primer pago de mensualidad para no detener el trámite, y que “pronto” le darían fecha de entrega.
La afectada indicó que, bajo presión, realizó un depósito de 7,000 pesos correspondientes a una supuesta mensualidad, sin haber recibido la unidad.
Días después, mediante mensajes de WhatsApp, le solicitaron más dinero para un seguro obligatorio, a pesar de que inicialmente le habían ofrecido la unidad “ya asegurada” y “con placas”.
Al confrontar a los empleados, estos negaron los mensajes y la información filtrada, lo que aumentó las sospechas de fraude. Tras investigar en redes sociales, la denunciante descubrió que había más personas en su misma situación.
Posteriormente, fue citada en la agencia junto con otros afectados. Ahí, la tensión escaló, llegando incluso a golpes entre un trabajador del lugar y uno de los clientes, por lo que fue necesaria la intervención de la Policía Municipal. Todos los presentes fueron trasladados a Fiscalía, donde presentaron denuncias formales.
La ciudadana también recurrió a la Profeco, donde inicialmente le señalaron que al firmar el contrato aceptaba condiciones que no leyó.
Sin embargo, tras presentar mensajes y pruebas de las falsas promesas de entrega, le indicaron que podría proceder legalmente.
Actualmente, la denunciante forma parte de un grupo de más de 20 personas afectadas que buscan frenar el presunto fraude, ya que, según relataron, el local sigue operando de manera normal y siguen cayendo más víctimas todos los días.
